domingo, 19 de diciembre de 2010

Semana 18: Felicidad empieza con Fé

El que busca la Felicidad, debe empezar por la Fé, aunque esto muchas veces implique llorar o reirse, caerse o levantarse, o tan solo suspirar.... nunca hay que perder la Fé




Semana 18: Felicidad empienza con FE


Semana 18: Felicidad empieza con Fé


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  1. LA FELICIDAD EMPIEZA CON FE

    Un estudio sobre preocupación y ansiedad efectuado en la Universidad de Pensilvania reveló que un 15 por ciento de los norteamericanos pasan más de la mitad del tiempo (sin contar horas de sueño) preocupándose, ya sea por la salud, las finanzas, la familia, el empleo, la seguridad, o las relaciones con los demás. Si bien, una pequeña dosis de preocupación es sana, debemos contrarrestar el exceso con una buena dotación de fe. Para algunos el creer es muy fácil. Para ellos Dios es tan real como sus propias manos u ojos; disciernen claramente Sus fines, están seguros de su amor.
    -Henry Ford nació hace cien años, hijo de un pobre agricultor, Cambió los hábitos de su nación ¿Con qué? Con el poder intuitivo dentro de sí.
    -Shaskespeare con sólo una educación elemental, escribió el mas bello inglés y las mas grande obras dramáticas que se hayan escrito nunca. ¿De dónde vinieron las palabras? Dentro de sí.
    -Una Campesina llamada Juana de catorces años oyó una voz diciéndole que debía ir a su rey y dirigir sus ejércitos para liberar a su país del enemigo.
    -Un hombre llamado Edison, sordo y con la educación de un sexto grado, hizo tantos inventos que toda manera de vida ha sido cambiada por ellos-escribo esto a luz de uno. ¿De dónde los sacó? Del mundo dentro de sí
    -Un Gran hombre llamado Jesús, hijo de un carpintero viviendo en una provincia no tan conocida. ¿De dónde vino el poder para que sucediera este cambio? Él nos dijo: "El padre que vida en mí hace Sus obras," dijo. y dijo más a cada uno de nosotros: "Dios está dentro de ti." En nosotros están los eternos manantiales de vida. En nosotros está el lugar secreto del Altísimo.
    Muchos seres humanos que se han encontrado plantados en la peña peladas de circunstancia han sobrevivido y crecido también.
    Hay otros para quienes el creer no es fácil. Desean tener fe. Estudian tratados de metafísica y doctrinas de místicos y santos. Pasan largas horas en oración, no obstante, su corazón está vacío de fe.
    La fe no es tanto cuestión del intelecto como del corazón. La fe produce la seguridad de lograr lo que parecía imposible. La Fe es la facultad de ver en la desilusión de hoy el triunfo de mañana, en la pérdida de las esperanzas queridas el principio de una nueva vida. Fe es la facultad de saber que todo marchara bien cuando todo parece ir mal. Cuando nuestros sueños más queridos fracasan, y nuestras más fervientes oraciones no son atendidas.
    Poseer fe es poseer la serenidad de santo, la pasión del poeta, y la exaltación del místico.
    La fe que nace de la duda es más fuerte que la que nace de ciega aceptación, puede resistir el choque de las circunstancias, por adversas que sean esta fe que nace del estudio y del análisis.
    El maestro siempre insistía: “Todo es posible para aquel que cree”. “Todo lo que pidiereis en oración, cree que lo recibiréis, lo obtendréis”. (Marcos 11:24)
    Algunas veces cuando tenemos mucha que vencer, dudas de nuestra capacidad para salir victoriosos. Nos sentimos solos. Más si perseveramos, no podemos fracasar-aun cuando tropecemos, y aun cuando nos caigamos. Aun victoria más grande de todas- la victoria sobre nosotros mismos.
    “ Y cuando ustedes se pongan de pie para orar, si tienen algo en contra de alguien, perdónenle, y el Padre que está en el cielo les perdonará también sus faltas". (Marcos 11:25)
    "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve". (Hebreos11:1)

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